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- 25.02.2030
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La realidad conectada en la que acababa de entrar le daba la
oportunidad, como siempre, de elegir medio de transporte para llegar al centro
de formación de las mentes del mañana.
Después de unos 2 minutos llegaba a las puertas del
edificio. Casi siempre elegía ir en submarino. Por aquello de que siempre le ha
gustado el mar. Esos dos minutos “sumergida” eran un bálsamo y un acicate para
afrontar un nuevo día.
La entrada al edificio como siempre, vigilada por
Smith&Smith. Un breve movimiento de cabeza y enfilaba el largo pasillo. Las
paredes y el suelo de cristal, le conferían una sensación de ingravidez. Abajo
el infinito del centro del la tierra. Consultó en su microprocesador interior a
qué clase se dirigía. A345. Arrastrando los pies más que otros días, se dispuso
a plantar su huella en la puerta. Miró de reojo su foto saludándole y se
abrieron las puertas.
Dentro, los alumnos esperaban cada uno de ellos enchufado a
su escritorio virtual donde consultaban libros, fotos y documentos de 2012. El
trabajo que llevaban realizando varios días consistía en recopilar
información de uno de los últimos años antes de la guerra con las máquinas o
como le gustaba llamarla, la asimilación de la mecanicidad por parte de la
raza humana.
Sin hacer mucho ruido se dirigió a su sitio y se enchufó a su propio escritorio virtual donde tenía acceso directo a los escritorios de sus alumnos y lo que estaban realizando en ese momento. A través de la aplicación
de “vuelta al pasado” se dirigieron a un momento determinado del año 2012 del
que estaban extrayendo información. Cada uno de los alumnos se desplazó
apuntando en su base de datos los elementos que le ayudarían para completar el
trabajo de recogida de información y posterior redacción de su relato. Después
de media hora de “viaje”, les dio el aviso de que tenían que regresar. Siempre
que utilizaban esta aplicación, volvían con una sensación de desasosiego
por la forma en la que se comportaban hace solo 20 años atrás. La frustración a
veces crecía, por la sensación que les inundaba de saber que podían observar,
pero nadie al “otro lado” les veía. Y no podían preguntar. Ni satisfacer su curiosidad. Por eso, se contentaban con escribir relatos y dejar
volar su imaginación. Esa era la verdadera función de la tarea encargada para
aquel día de clase.
Después de cerciorarse de que los alumnos habían
interiorizado su relato en el microprocesador, se desenchufó de su escritorio virtual
y abandonó la clase mientras la mayoría de ellos en el recreo, se descargaban
en el escritorio los últimos juegos del momento y o bien interaccionaban en la
red virtual o se ponían ellos mismos retos personales.
En el pasillo no había alumnos. Se dirigió a la zona de descanso. Era uno de sus lugares
favoritos. Se sentaba allí y miraba por los grandes ventanales acristalados
pasar los más variopintos vehículos que transportaban a la gente por la ciudad.
Nadie caminaba. Solo se escuchaba el mínimo sonido de estos cacharros surcando
las calles, mientras todo funcionaba como la maquinaria de un reloj suizo, de
los de antes.
Consultó su microprocesador. G598. Era la siguiente clase. A
estas alturas, ya sabía que su función en el centro de formación de las mentes
del mañana era más la de mero acompañamiento de los alumnos en su propia
autoformación, realizada a través de los dispositivos que regían la vida de
todos, en esos años de máximo esplendor de la tecnología.
Después de enchufarse y desenchufarse de los sucesivos
escritorios virtuales de cada aula las veces pertinentes ese día, tomó la
dirección de salida. Antes de marcharse, llamó de nuevo a su medio de
transporte habitual un minuto antes de la salida total del edificio. No se
permitía estar más de unos minutos en la calle sin haber tomado un vehículo.
Smith&Smith seguían impasibles en su puesto. Leve levantamiento de cabeza.
Y a los dos minutos, de vuelta a la realidad.
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- 25.02.2030.
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Me he podido imaginar perfectamente a esa profesora en el centro... ¿para cuando la continuación de la saga? ¿sabes que tienes una dura competencia con "Games of Thrones", no?
ResponderEliminarjajaja....la continuación cuando tenga más tiempo libre y mi cabeza no esté ocupada por trabajos y más trabajos...esto es solo la punta del iceberg de lo que puedo montar en un momentito...
ResponderEliminarGames of thrones son palabras mayores... ;)
Deja la promoción en manos de la editorial EscolanoArts... Para la semana que viene ya tengo preparada una sesión de presentación del relato y de firmas del mismo en la librería +bernat... de promoción... vamos que nos vamos!
ResponderEliminarFelicidades María.
ResponderEliminarMe ha encantado cruzarme con H. Weaving como conserje al cuadrado. Lo del submarino, también genial. Por cierto, en muchas aulas de informática se puede revisar y controlar el trabajo que se hace en cada ordenador desde el servidor, pero generalmente la gente no lo aprovecha.
Y bienvenido Israel.
¡Me encanta Pili! ¡Pedazo escritora!
ResponderEliminarMari Jose!!! Que el relato es mío (María) no de Pili!!! Aunque estoy segura que Pili nos sorprenderá también con algún relato estupendo....jejejejeje
ResponderEliminarTenemos mentes de ciencia ficción, ¿eh? Me han gustado mucho los elementos futuristas y la recreación del ambiente. Como te han comentado, la historia da para que hagas segundas y terceras partes :-)
Eliminarjajaja....la verdad es que sí...la ciencia ficción mola! como ya te he dicho...tu historia también da para que la continúes!!! :)
EliminarLo siento, es que he visto López y me he liado, pero bueno, me reitero en mi opinión ¡María escritora!
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