jueves, 19 de abril de 2012

Desde mi punto de vista las leyes que envuelven los derechos de autor son absolutamente absurdas porque la gente dejaría de pagar mensualmente a las compañías de Internet y eso también supone una gran pérdida de dinero, pero casualmente esto está ocurriendo en medio de una gran crisis económica. !Qué casualidad!
Creo que el acuerdo de sancionar a los que violan la propiedad intelectual solo beneficia a una pequeña parte de la industria. Por otro lado, las únicas y verdaderas consecuencias que obtendrá la sociedad en general serán la pérdida de libertad y una total vigilancia de aquellos que manejan estas leyes. Pero, ¿nos pueden vigilar sin saber nosotros si estamos siendo vigilados? 
Si la propiedad intelectual tiene que proteger los derechos de autor, ellos mismos tendrán que atenerse a esas leyes porque las leyes son para todos por igual y nadie podrá descargarse música o leer capítulos de un libro, ni tampoco utilizar ninguna marca registrada en algún trabajo o en alguna foto porque una de dos: o te meten en la cárcel o te multan. Si copiamos información es porque la consideramos grandiosa y nos puede favorecer.  Si yo fuera escritora o cantante, me gustaría más que mi nombre se diera a conocer a que no se divulgara en tal de obtener yo más beneficios.
¿Cómo vamos a seguir obteniendo información con este cambio? A partir de ahora, nuestro desarrollo social va a ir en dirección contraria y  para nadie será fácil retroceder. Estamos acostumbrados a leer la prensa en Internet o a ver series que no pudimos ver en su momento en televisión porque estábamos de viaje o  porque estábamos estudiando para un examen.
Lo peor de todo es que dejaron de permitirnos acceder a esas webs desde el momento en que entraron en vigor esas leyes tan beneficiosas para algunos y tan poco favorecedoras para otros tantos.



2 comentarios:

  1. Siempre hay beneficios para unos y otros que no lo son tantos en cuestión legal. Pero esto de limitarnos la libertad no debería ser a estas alturas de la sociedad

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  2. Totalmente de acuerdo con ambas aportaciones. Me ha gustado la reflexión ¿Quién vigila a los vigilantes?, un clásico.
    Un saludo

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